viernes, 23 de marzo de 2012

Ligera de equipaje... o no

Entre una cosa y otra, he terminado llevando en la bici más cosas de las que quería. Supongo que es algo que le pasará a todo el mundo.

La luz trasera y el antirrobo eran algo inevitable. La horquilla va sujeta a la tija del sillín y no me estorba. El cable lo llevo en la cesta, con la botella de agua (no me gusta llevarla colgada en el cuadro) y el botiquín de emergencia que me he preparado con unas cuantas cosillas:

  • un paquete de pañuelos de papel + jabón sin agua (o unas toallitas húmedas)
  • media docena de tiritas
  • unas tijeras pequeñas y/o un cortaúñas
  • un puñado de bridas (por si se suelta algo)
  • un par de guantes de látex

Al echar el bolso también a la cesta ya no me cabe nada más. Si me quito la chaqueta la cojo al portabultos con la pinza. Pero, ¿qué hago con la compra?

Colgar las bolsas sin más en el manillar queda descartado. Me parece un peligro. Y detrás necesitaría por lo menos una red o unos pulpos y muuucha maña para amarrarlo todo bien.

He visto por ahí una alforjas para sujetar al portabultos. Hay infinidad de modelos y tamaños y parece la mejor opción: el peso va equilibrado y no molestan al pedalear. El problema es que cuando aparcas la bici te las tienes que llevar, claro. Igual es más práctico usar una mochila normal.

Pienso en la típica caja de fruta atada detrás y encuentro cajas y cestas para montar, pero de todos modos tienes que llevarte todo contigo si dejas la bici atada.

Si hubiera una caja con candado o llave... Pues sí que hay, aunque también parece que hay que cargar con ella.

Bueno, de momento miraré lo que tengo por casa e iré probando con los pulpos del coche, a ver qué tal.


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